viernes, 29 de noviembre de 2013

25 de noviembre razones sobran para decir basta por Israel Aguado

HOY EN CLASE HABLAMOS SOBRE VIOLENCIA DE GÉNERO.



Desde hace algún tiempo realizo sesiones y talleres de prevención de la violencia de género en centros de educación secundaria obligatoria, después de ver grupos y grupos de alumnos/as adolescentes uno llega a determinadas conclusiones en referencia a como ven los y sobretodo las jóvenes la violencia de género.
Confusiones metodológicas.
Aún es frecuente encontrarnos que muchos/a jóvenes no sepan definir con precisión lo que es la violencia de género aunque es un termino que escuchan a diario, muchos/as consideran que la violencia de género es aquella que sucede en el entorno de la pareja ya sea de hombre hacia la mujer, de la mujer hacia el hombre, entre dos mujeres o entre dos hombres.
El primer trabajo es explicarles por que la violencia de género es una violencia muy determinada dirigida únicamente del hombre hacia la mujer basada únicamente en la pertenencia al sexo femenino de la víctima además de explicarles que es un tipo de violencia estructural.
El problema real es que no es una duda solo del alumnado sino que en muchas ocasiones incluso el profesorado y muchos otros profesionales que interactúan con población adolescente  desconoce esta diferenciación.
Distancia de la problemática.
Los y especialmente las jóvenes son conscientes de la violencia de género como problema social pero como un problema que afecta al segmento de la población adulta, ellas y ellos ven como posibles víctimas a sus hermanas mayores, madres, tias y abuelas pero en  ningún caso se observan ellas y a las chicas de su edad como posible víctimas.
Trabajar la violencia de género desde las nuevas tecnologías nos permite crear un contexto en el cual se identifican como posibles víctimas de violencia de género.
Perpetuación del ideal de amor romántico.
Aún el ideal de amor romántico tiene una fuerte presencia en la población joven y no es de extrañar dado que lo podemos encontrar reflejado en la inmensa mayoría de series televisivas, música, películas y programas de televisión destinados a ellos/as.
Ideas como la media naranja, la necesidad forzosa de tener una pareja, la fidelidad como norma, los celos como mejor muestra de amor  y la creencia de que el amor lo puede todo conforma el cuadro conceptual de la juventud, estos elementos conformar un caldo de cultivo perfecto para las relaciones de poder-sumisión en lugar de unas relaciones igualitarias de respeto mutuo.
Empatía con la víctima.
Es común que muchas y muchos de los jóvenes según desarrollamos las sesiones formativas se sorprendan y pregunten ¿cómo aguantan tanto las víctimas?, llegado a este momento es preciso hacer un ejercicio para que se pongan en la piel de una mujer que ha sufrido violencia machista, una violencia simbólica, psicológica, física y sexual que ha ido en aumento desde el inicio de la relación entrando en una espiral de violencia creciente de la cual es muy difícil ser consciente en el momento que aparecen las agresiones físicas pues la violencia psicológica ya sufrida es demoledora.
Como podemos ver la visión que tiene nuestra juventud sobre la violencia de género no es muy diferente a la que tienen otros segmentos de la población y es que al fin y al cabo la juventud es un reflejo de la sociedad.
Es necesario seguir trabajando día a día para acabar con la violencia machista en todos sus niveles y en todas sus formas.

Me gustaría acabar este artículo de forma positiva y es que cuando se consigue agrietar el muro del machismo en una persona y esta empieza a ver la desigualdad social, es decir cuando se pone las gafas de género ya es imposible que se las quite.

Firmado por Israel Aguado.
Secretario de áreas transversales de IU-LV de Parla.

jueves, 28 de noviembre de 2013

25 de Noviembre razones sobran para decir basta por Carmen Galán.

     



Nos cuesta mucho pensar y más  pronunciar la palabra “celebrar”  el Día Internacional contra la Violencia de Género, el próximo 25 de NOVIEMBRE, cuando las cifras nos dicen que, desgraciadamente, son ya durante este año 44 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en nuestro país.

    Ante este dato tan brutal, vamos a resumir lo que nos encontramos en los Presupuestos Generales del Estado para 2014 en materia de programas contra la Violencia de Género y que han elaborado compañeras de organizaciones feministas.

     El programa 232C Actuaciones para la prevención integral de la violencia de género se dota este año con 21,8 millones de euros (otro 0,005% del Presupuesto). Bajando un 1,5% respecto a 2013 y un 22,5 % respecto a 2008.

     Este programa es gestionado por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, el cual gasta un 15% en personal y gasto corriente, un 30% en inversión de 6,4 millones para construcción de un centro de asistencia social integral y un 55% en subvenciones, principalmente convenios con Comunidades Autónomas y Ayuntamientos para asistencia social y teleasistencia, como el servicio de Atención y Protección para víctimas de la violencia de género (ATENPRO).

     Los objetivos de la Estrategia para la Erradicación de la Violencia de Género 2013-2016, como la sensibilización y denuncias, la mejora de la respuesta policial, judicial y social y la atención a menores y a la trata de mujeres dependen también de otros ministerios, como justicia o educación, y el poder judicial.

     El IIG y los indicadores presupuestarios y del Observatorio contra la violencia doméstica y de género del Consejo del Poder Judicial cifran en 128.477 las denuncias, presentadas en 2012, con una tendencia decreciente que no es paralela a la remisión de las agresiones (42 muertas de enero a octubre 2013). En 2014 se pretende mantener el número escaso de beneficiarias de 2012: 278 con ayudas sociales (bajaron un 9,7% respecto a 2011), 158 de empleo, 756 de telealarma y 9.405 de ATENPRO en 950 municipios, sin mencionar que la competencia municipal en promoción de la igualdad se pretende eliminar con la reforma de la Ley de Régimen Local, donde se elimina, entre otros, el artículo 28, desapareciendo con  ello las competencias que los Ayuntamientos venían desarrollando en materia de igualdad y de lucha contra la violencia de género, lo que supone, sin lugar a dudas, un ataque frontal a las políticas de igualdad.


   A esta espiral de recortes hay que añadir que el Observatorio de Salud de las mujeres del Ministerio ha despedido a todo su personal, impidiendo con ello el desarrollo de estrategias de salud y género. Se han recortado las transferencias sanitarias a la CCAA lo que supondrá un parón en el programa de atención a la Violencia de Género.

   Se ha desmantelado la Ley de la Dependencia con el recorte de 200 millones, un 15% en las partidas de las CCAA, cuando en realidad se necesitarían 300 más para poder atender a las casi 800.000 personas que hay actualmente en el sistema, unido al aumento de tasas en las escuelas infantiles y centros de atención a la infancia, dificulta enormemente la incorporación de la mujer a la vida laboral activa y a la conciliación con la familiar.

     A esto hay que añadir la bajada del poder adquisitivo de las pensiones y la suspensión del incremento del 52% al 60% de la base reguladora de la D.A 30 de la ley 27/2011 con respecto a la  Pensión de Viudedad.

  Como podéis comprobar el panorama es bastante desolador y tenemos mucho trabajo por delante para revertirlo. Desde aquí hacemos un llamamiento a todas y todos para buscar una palabra que describa mejor lo que sentimos todos los 25 de Noviembre.


Firmado por Carmen Galán.
Concejala de IU-Parla

miércoles, 27 de noviembre de 2013

25 de Noviembre razones sobran para decir basta por Sara del Cerro.

La lucha desde la educación no formal.




En esta semana de reflexión y concienciación ante un tema que, por desgracia, sigue estando presente, en mayor o menor medida, en todos los países del mundo, pretendo hacer hueco a la importancia que tiene el hecho de darle a este tema un papel importante en la educación no formal.

Cada vez son más las víctimas adolescentes de violencia machista.
Niñas que, con tan solo 13 ó 14 años, tienen una pareja que las controla. Este tipo de control influye desde las relaciones con otras personas, el uso de las redes sociales o las llamadas, hasta en la ropa que llevan. Este tipo de actitudes están totalmente normalizadas llegando a identificar, en muchos casos, el control y los celos como amor, como algo que el chico debe hacer y sentir si realmente está enamorado.

Ante algo tan grave, se han realizado estudios y se han obtenido resultados que realmente ponen "los pelos de punta. Dichos estudios revelan que el 60% de las chicas en España reciben insultos machistas de sus parejas y amigos a través del teléfono móvil. De ellas, el 10% ha reconocido que dichos insultos las han hecho sentir miedo. En cuanto a las relaciones de pareja entre los jóvenes, se realizó otro estudio, el cual revela que una de cada tres chicas en España (33,3%) reconocen sufrir un control excesivo por parte de sus novios.

Todavía hay un 31% de los/as adolescentes que creen que el hombre que parece agresivo es más atractivo. Un 20% de adolescentes de 15 años cree que está bien que un chico salga con muchas chicas pero no al revés. También un 20% considera que si una mujer es víctima de violencia, y no abandona a su pareja, es señal de que no le desagrada la situación ante la que se encuentra. Además, el 37,9% piensa que es correcto pegar a quien te ofende, siendo lo más alarmante que un 26% de ellos cree que la violencia que se produce dentro de casa es un asunto de la familia y no debe salir de ahí.

Teniendo en cuenta los datos obtenidos, se debe considerar fundamental la intervención desde la educación no formal, como medio complementario, para erradicar estas ideas tan extendidas entre la juventud.

Artículo firmado por Sara del Cerro.
Coordinadora del área de Mujer de IU-LV de Parla.

martes, 26 de noviembre de 2013

La Violencia de Género es un problema político




Aparentemente toda la sociedad está concienciada en la necesidad de acabar con la violencia de Género y, cada 25 de Noviembre, desde todas las instituciones sin excepción se llevan a cabo diferentes actos en los que todos y todas, de diferentes colores políticos, recordamos a las víctimas e insistimos en la urgencia de terminar con esta lacra.

Aunque la realidad es que estos gestos por parte de las instituciones, aunque necesarios, son absolutamente insuficientes si no  se ahonda con ellos en la raíz del problema: la violencia de género no responde a un comportamiento asilado, sino que tiene su origen en las relaciones de poder que el sistema establece entre hombres y mujeres, es un acto cultural y aprendido y que, por tanto, puede ser evitado si entre todos y todas logramos acabar con la cultura patriarcal de la que está impregnada nuestra sociedad. Y el patriarcado no actúa solo, cuenta con la complicidad consciente o inconsciente de los poderes públicos.

Es imprescindible, por tanto, la identificación  del fondo del problema por parte del conjunto de la ciudadanía y esta es una tarea todavía pendiente. Además, son tiempos difíciles para hacer notar la responsabilidad social y política de esta lacra, ya que algunos aprovechan el contexto social actual, de desapego generalizado hacia la política y hacia quienes la ejercen, para extender el mensaje de que no hay que politizar ciertas cosas y esta consigna, tristemente, está calando.

¿Pero, cómo no situar en el debate político esta problemática? ¿Cómo no negarnos a que, por ejemplo, sustituyan de forma consciente el término Violencia de Género por el de violencia doméstica? ¿Cómo no denunciar públicamente que se comercialicen libros que atentan contra los derechos de las mujeres? Pues bien, desde ciertos sectores se nos dice que la terminología que utilicemos para referirnos a la violencia machista es lo de menos o que el asunto del famoso libro es una anécdota sin importancia. Qué casualidad que quienes hacen estos planteamientos sean los mismos que ejecutan cada día, políticas que oprimen a las mujeres. Que no politicemos, nos dicen mientras con sus políticas nos condenan.

Y es que el grado de ataque es alarmante: en sólo dos años el Presupuesto en materia de Igualdad ha sufrido un recorte de más del 45% y el destinado a prevenir la Violencia Machista, cerca de un 30%. Varias Comunidades Autónomas han eliminado la detección sanitaria de la Violencia de Género y los ayuntamientos van a dejar de tener competencias en este ámbito como consecuencia de la Reforma Local que el Partido Popular tiene intención de formalizar próximamente.

El panorama es desolador y, por lo tanto, tenemos la obligación de denunciarlo y combatirlo desde la política. Porque los recortes matan. Porque la Violencia de Género, que sufren más de un 10% de las mujeres en nuestro país y que deja decenas de muertes cada año, es un problema político que se puede erradicar.

Firmado por Carolina Cordero.
Concejala y portavoz  de IU-LV de Parla. 

lunes, 25 de noviembre de 2013

25 de Noviembre razones sobran para decir basta.

Durante toda la semana vamos a publicar artículos escritos por compañeras/os en favor de la erradicación de la violencia machista, para abrir este bloque tenemos el honor de contar con un artículo escrito por Ascensión de las Heras, diputada de Izquierda Unida por Madrid en el Congreso de los Diputados/as.

25 DE NOVIEMBRE.

La conmemoración del día contra la violencia de género se ha convertido en los últimos años en la cita obligada para manifestar desde todos los ámbitos, ya sean institucionales, políticos o sociales, el rechazo prácticamente unánime hacia la violencia que se ejerce contra las mujeres por el simple hecho de serlo.  
Pero esto de conmemorar y señalar un día para visibilizar un problema social de esta magnitud, siendo absolutamente necesario, se tercia claramente insuficiente ante la lacra de violencia machista que estamos sufriendo de manera trágica en nuestro país. Y requiere políticas contundentes y decididas, capaces de comprometer e implicar a todas las instituciones y a la sociedad para que ni una ni otras se conviertan en cómplices de la barbarie. 
Y aquí es cuando la verdadera intención de abordar o no  el problema se hace evidente.  ¿Qué está haciendo entonces el PP y el Gobierno para combatir la violencia de género? Porque parece claro que las improvisaciones y declaración de intenciones no sirven por sí solas para atajar esta lacra social. La implementación de medidas aisladas, por muchas que sean, sin dotación presupuestaria tampoco puede considerarse suficiente para erradicar el machismo que impone su terror y que se ha cobrado la vida de 700 mujeres en los últimos 10 años. Tendremos que tener en cuenta también que los efectos de los recortes en los programas de Igualdad entre hombres y mujeres y en la lucha contra violencia de género que está llevando a cabo el Gobierno están dando ya, por desgracia, nefastos resultados. Y sobre esto, todas las voces expertas hacen una lectura muy preocupante de la reducción del número de denuncias y apuntan a la situación de indefensión, miedo e inseguridad que puede generarse al enfrentarse a la separación o divorcio del maltratador.
Pero no podemos obviar que esta situación de vulnerabilidad de las mujeres está íntimamente ligada también a los recortes en educación, sanidad, servicios sociales,  dependencia y la reforma laboral que ha permitido los despidos en el sector público (muy feminizado), y en la precarización y aumento de la pobreza de las familias en nuestro país. La violencia económica con este escenario social se hace evidente, obligando a las mujeres a seguir conviviendo en una situación desesperada con su maltratador.
Por tanto, podemos afirmar que los datos apuntan a que las dificultades económicas que están sufriendo las mujeres ante esta situación de recortes de derechos básicos están propiciando que aumente el número de mujeres que no denuncian por malos tratos, y también las retiradas de las denuncias que se hacen.
De poco servirán, y poco podremos creer entonces, las declaraciones de intenciones de este Gobierno en contra de la violencia de género. En este sentido podemos valorar con una perspectiva de género otras contrarreformas que se han llevado a cabo, como la que está a punto de culminar su trámite parlamentario y que modificará por completo la Administración local, tal y como hasta ahora la hemos conocido, que eliminará la posibilidad de atender a las mujeres víctimas de violencia machista desde los ayuntamientos como administración más cercana. Otro ejemplo a tener en cuenta es la repercusión contraria a la igualdad que tendrá la implantación de la LOMCE, que permitirá las subvenciones públicas a colegios que segregan por sexos e impone la religión católica como asignatura evaluable, apostando por los valores patriarcales y sexistas que defiende. Por no hablar de la anunciada reforma de la ley de salud sexual y reproductiva e IVE, con la que pretenden tutelar nuestros cuerpos y robarnos el derecho a decidir sobre nuestra maternidad.
El resultado de la suma de despropósitos supone un retroceso en igualdad entre hombres y mujeres que nos sitúa en tiempos que, tras muchos años de luchas feministas, creíamos superados; y los responsables tienen nombres y apellidos y están gobernando.
Hoy más que nunca debemos por tanto manifestar de forma clara y meridiana que las desigualdades de género forman parte de las desigualdades sociales que se imponen mediante políticas neoliberales y son defendidas, desarrolladas y proclamadas por el PP en el Gobierno.  
Luchar por la igualdad, por tanto, es luchar contra la violencia de género. Y esto es algo que, sin género de dudas, tenemos que seguir haciendo hoy con mayor compromiso y beligerancia todas las mujeres y hombres que nos sabemos feministas.

Firmado por Ascensión de las Heras.
Diputada por Madrid de IU en el Congreso de los Diputados/as.